sábado, 23 de mayo de 2009

TREMEBUNDA FUE UNA VEZ COMO YAYITA (Enviado por Sir Ale Duarte)

Una LINEA investigativa a la cual los antropólogos evolutivos no han prestado la importancia que se merece a nuestro juicio es la búsqueda del nexo entre las jóvenes damas encantadoras -como lo son casi todas las jóvenes damas- y las viejas jodidas, es decir la mayoría de las mujeres que han cruzado cierta edad.

Estamos en presencia de un misterio insondable que existe desde el origen del mundo. Me refiero a lo que sucede con las mujeres cuando el calendario comienza a deshojarse. Cuando son cachorritas son toda dulzura, simpatía, comprensivas, buenas amigas, preocupadas, estupendas compañeras, solidarias (al compartir las cuentas), buenas conversadoras (y oídoras), misteriosas, sensuales y bellas (y en el mundo no hay nada más bello que una mujer bella). Es decir, en pocas palabras las mujeres jóvenes -acepten la redundancia porque nunca mejor dicho- son la zorra. Pero en algún momento de su historia el dios Cronos les pasa la cuenta y antes de exclamar ¡¿dónde se fue la mina?!, aparece la vieja y sus diferentes versiones, una peor que la otra: la ya mentada vieja jodida, la vieja seca, la vieja de mierda, la vieja idiota, la vieja culiá, la vieja perra (aunque el aspecto canino de la cuestión ya esta un poco aclarado: es transversal en edad), la vieja bruja, la vieja que se cae a pedazos y la vieja que es simplemente feíta. Es decir viejas para todos los "gustos".

El cambio es tan imperceptible que necesariamente debe existir un eslabón perdido. Los científicos que lo encuentren se llenarían de gloria y agradecimiento de un mundo masculino agobiado por tanta vieja suelta.

Creo que un inicio podría consistir en el estudio de las especies "guachita rica un poco mañosita" o "manso pellejo llevada de sus ideas" o "pedazo de mina idiotita en las mañanas"o " amorosienta pero un poco mandona" o "te ayuda con las deudas, pero te lo saca en cara" o "mujercita brillante pero un tantín intolerante" y otras categorías similares, hasta llegar a la que según modesta opinión de arqueólogo aficionado debería ser el eslabón perdido: la "te enojai por todo", porque de ahí hasta la vieja de mierda que empieza a putear apenas despierta -incluyendo a la meteorología y siguiendo por el huevón que yace a su lado- hay un solo paso.

Ahora bien, compañeros, deben coincidir conmigo que es una inquietud valedera la que planteo, tanto o más misteriosa que la del destino de tanto niño "especial". ¿Se han dado cuenta que al darle cuerda a una madre para que hable de sus hijos éstas se explayan sobre ellos de aquí hasta la eternidad? Lo curioso es que todos son "especiales": uno imagina que se refieren a su inteligencia, inocencia, espontaneidad, frescura, naturalidad y demases; entonces ¿de dónde aparece tanto adulto pat´e vaca? ¿Qué se hizo tanto niño "especial"? Otro eslabón perdido.

Pero volviendo a nuestra vieja, ya lo decía el gran Oscar Wilde -que parece haber inventado él solito, sin ayuda de nadie, el sarcasmo: "la tragedia de las mujeres es que todas terminan pareciéndose a sus madres", así que una buena forma de embarcarse en un viaje con poco retorno es hacer la petición: "¿Por qué no me presentas a tu mamá?", de este modo se podría anticipar cómo viene la mano.

No va a faltar la defensora de género que proteste con un "claro, capaz que no existan los viejos idiotas, de mierda, jodidos y etc." De acuerdo, a todos nos llega y vuelvo a Oscarcito: "el drama no es envejecer, sino haber sido joven". Por otro lado, algún avispado ya descubrió que los hombres nos ponemos viejos culia´os por un problema fisiológico: la disminución de la testosterona, por lo que la culpa es absolutamente de la madre naturaleza, madre despiadada; en cambio, el porqué las señoritas se transforman en la vieja jodida es de aquellos enigmas aún por dilucidar.

Observen cuidadosamente la luminosa mujercita que tienen a su lado: hay dentro de ella una vieja que pugna por salir -al igual que Alien- y tengan miedo. Tengan mucho miedo...uuhhhh..!!!

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