martes, 20 de octubre de 2009

QUÉ ES PARA MI...


La Felicidad: Sentir que no me hace falta nada para sentirme bien si te tengo a mi lado,
La Soledad: Estar lejos de ti aun cuando sea solo un instante,
La Alegría: Disfrutar de tu compañía y reírnos del mundo,
El Celo: Sentir que eres solo para mi,
La Amistad: Que he encontrado a una verdadera compañera y cómplice.
El Deseo: Que cuando estoy a tu lado no puedo dejar de tenerte,
La Pasión: Que lucharé cuanto sea necesario para que estemos juntos siempre.
El Amor: Un mix de todas las anteriores y un mix de tus propios significados.
TE AMO

jueves, 15 de octubre de 2009

CIRCO


Anoche tuve un sueño, en realidad creo que todas las noches algo sueño, pero esta vez el sueño me quedó aún mas grabado tanto en mi consiente como en mi inconsciente (supongo que algo también quedó en mi inconsciente por algo estoy escribiendo lo que soñé), analizando la locación en la cual me encontraba, en un principio me pareció un lindo sueño (de esos que todos queremos tener cada noche), el lugar lleno de colores y mucha alegría, mucha música, en fin se vivía una verdadera fiesta.
Recuerdo que había mucha gente alrededor sentadas en gradas dispuestas en forma de ovalo que desde todos los puntos se lograba ver un escenario en el centro. Habían muchos niños felices con sus padres, familias completas, consumiendo golosinas y cuanto souvenir existía en ese lugar, varas de luces, espadas, orejas largas, mascaras, etc.
Seguía pensando que este era un lindo sueño, cómo no si con toda esa alegría, los rostros felices de los niños y de sus padres, no podía ser de otra forma.
A medida que pasaban los minutos veía como aparecía un número de espectáculo tras otro, pasaron malabaristas, trapecistas, uno que otro payaso, y fue ahí cuando me di cuenta que estaba en un circo, que lindo pensé hace bastante que no voy a un circo y esta es una bonita oportunidad de disfrutar. En ese momento comienzo a mirar a mis costados para ver si estaba con mis seres cercanos, pero estaba solo y no estaba en las gradas, más bien estaba en una especie de backstage o tras bambalinas. No le tomé mayor importancia, por el contrario, era primera vez que estaba tras bambalinas en un circo “de lujo”, tenía la posibilidad de ver como se movilizaba todo el aparataje circense, los trapecistas, los payasos, malabaristas, la misma gente que iba y venía muchas veces para cambiar de función como por arte de magia, ahí escuche que alguien llamaba al menor de los hermanos Fernandez él era trapecista y malabarista, además de domador de leones y como todos ahí en esa gran familia circense también era el encargado de vender algunos souvenir destacando como gran producto de merchandising las narices de payaso luminosas, sin dudas la novedad del año. Pero bueno llamaron al menor de los Fernández para que se preparara para la función que venía luego del corte, esta vez tenía que domar leones.
Luego de unos 10 minutos de receso en que se armaron las jaulas en el centro del escenario para que hicieran la entrada triunfal tanto el domador como los animales, suenan los acordes típicos del circo y comienza nuevamente el show.
Atento a lo que iba a suceder, de pronto siento algo que me ahoga y me jala hacia un costado en conjunto con un gran dolor a la altura de mis costillas, era un dolor inmenso parecido a un electro shock, miré hacia mi costado derecho y era un tipo de punzón con dos púas que me clavaban cada dos segundo y me obligaban a avanzar mientras un sujeto seguía jalando un lazo que estaba en mi cuello, fue ahí donde recién comprendí donde estaba metido, sí estaba en una jaula muy pero muy pequeña en la cual se me imposibilitaba incluso moverme con libertad, era una sensación terrorífica de desesperación al no poder respirar y ese dolor que no le doy a nadie producto de esos shock eléctricos que cada vez se hacían más y más reiterativos.
Ya no soportaba esa situación y sólo quería despertar, luego de pasar por un lindo sueño me siento protagonista de una tremenda pesadilla, ya sin fuerzas no tengo otra opción de entregarme y avanzar hacia donde me obligaban, sin darme cuenta estaba en el centro de un escenario circense mientras se escuchaban los ensordecedores aplausos de los espectadores así como también varios gritos y chiflidos de euforia. Ahí estaba yo era la guinda de la torta, era la gran atracción de este circo, un animal indefenso y maltratado por quienes tal vez aseguraban que me cuidaban como al resto de los animales de este circo. Ahí estaba despojado de toda dignidad, de toda posibilidad de ser libre, de disfrutar junto a mi familia o de otros animales de un trato que cualquier ser vivo de este mundo debería tener, ahí estaba ultrajado y para colmo siendo aplaudido y admirado como una atracción de un espectáculo en el cual no quería participar, todo esto mientras me obligaban a hacer algunas gracias para los espectadores que había pagado una entrada para verme sufrir mientras el menor de los Fernández me azotaba con una cuerda de cuero. Ahí estaba esperando que esta pesadilla terminara.